Todos los padres se preocupan por sus hijos. Y deberían hacerlo. Ya que estamos viviendo en un tiempo muy inseguro, cuando las atracciones del mundo son más fuertes que nunca antes.

Muchos de ustedes tienen hijos que aman entrañablemente. Algunos han hecho lo mejor que han podido en criar a sus hijos, pero aun así pueden ver que sus hijos van hacia una mala dirección. Algunos de ustedes se volvieron cristianos ya tardé en sus vidas y ahora se arrepienten y lamentan en la manera en que criaron a sus hijos. Algunos de ustedes han sido muy estrictos con sus hijos en algunos principios, y ahora ellos se han alejado de ti y están en rebelión. Y algunos otros han negado esta tarea completamente.

Ahora, cualquiera haya sido tu experiencia como padre o madre, el pasado ya se fue. Ahora estás viviendo el presente. Tú no puedes cambiar nada. No puedes regresar y cambiar los errores que has cometido. PERO NO te desanimes. Dios quiere que seas feliz. Adoramos a un Dios QUE NO CONDENA, pero SI PERDONA. Recuerda esto. Dios NO te condena por haber fallado en la crianza de tus hijos. La condenación que tu sientes viene de ti mismo, no de Él. Y otra vez digo, no te desanimes por la salvación de tus hijos. Hay esperanza para ti y tus hijos. Escucha cuidadosamente lo que compartiré en esta presentación.

La primera cosa que me gustaría enfatizar es algo que normalmente pasamos por alto. Adoramos a un Dios quien es “Especialista” en hacer algo en particular. Y su especialidad se describe aquí en Génesis 1:2-3:

“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz”.

En un principio había obscuridad, y después, hubo luz. Ahora veamos que nos dice 2ª de Corintios 4:6:

“…porque Dios, MANDÓ que de las tinieblas resplandeciese la luz…”

La especialidad de Dios es hacer brillar la luz en medio de la oscuridad. Cuando tu veas todos tus fracasos como padre y veas a tus hijos que se están apartando lejos de los caminos de Dios, y todo lo que puedes ver es oscuridad; recuerda que Dios puede HACER brillar la luz de la oscuridad.

En Salmos 127:3 nos dice:

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”.

Ahora, generalmente cuando un padre lee este verso, siente condenación. El verso te está diciendo que tus hijos le pertenecen a Dios. Dios te los dio para que tu cuidaras de ellos, y los criaras y que los instruyeras a amarlo y adorarlo a Él. Pero has fallado. Pero este verso está LLENO de ánimo. ¿Acaso el Señor no se hará cargo de los suyos, si tú se los das?

Quizás estas empezando a comprender a través de este estudio, que fuiste tú el que estaba tratando de salvarlos por TUS PROPIOS esfuerzos, y que ahora se han cansado y han decidido caminar por el desierto de este mundo. Muchos padres han sido muy estrictos con sus hijos poniendo cargas pesadas sobre ellos, porque pensaron que eso era lo que tenían que hacer. Ya que tú también creías que Dios era muy estricto contigo y que tu tenías que alcanzar todos sus requerimientos por ti mismo entonces tu esperabas lo mismo de tus hijos. O quizás usted solo estaba viviendo su propia vida, sin pensar en Dios, felizmente haciendo tus propias cosas, viviendo tu propia vida y criando a tus hijos de la misma manera. De cualquier manera, una cosa si es clara. Aún si te esforzaste en hacer lo CORRECTO, fue un ERROR, porque fuiste TÚ quien hizo las obras.

Ahora es tiempo de PERMITIR a DIOS hacer las buenas obras. DALE tus hijos a Él. Puede que ellos ahora anden errantes muy lejos de Dios, puede que estén en la oscuridad más profunda del pecado, y pueden incluso no sólo estar separados de Dios, sino también muy lejos de ti. Ahora ENTREGA tus hijos a Dios y ve como Él maneja esta situación. Recuerda, su especialidad es hacer brillar luz de la oscuridad. Serás sorprendido con sus maravillas, PERO debes entender que es Dios quien está obrando.

Regresemos otra vez a Isaías 55:10-11:

10] Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
11] así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Dios NO puede mentir, porque todo lo que sale de su boca, esa palabra misma, hará lo que Él mande. Cualquier cosa que Dios diga, TIENE que venir a la existencia. Su palabra tiene que HACER lo que Él dice.

Entonces teniendo correcto esto en mente, vamos a Isaías 49:25 dice:

25] Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos.

La palabra que sale de la boca de Dios hará/se cumplirá, exactamente como Dios manda. Él dice: “YO SALVARÉ A TUS HIJOS”. Padres, NADA puede impedir que esta palabra se cumpla, PERO sí, tu incredulidad y prevención. Esta es la palabra de Dios. Ha salido de su boca. Y esa palabra HARÁ como Él manda que se haga. Pero tú tienes que CREERLO y PERMITIR que así sea.

Hay 100% esperanza para nosotros en este verso. Es palabra que ha salido de la boca de Dios, y Él solo está esperando a que creamos. Esperando que vayas sobre tus rodillas, y entregues tus hijos a Él y le digas: ¡“aquí, aquí están mis hijos tómalos son tuyos”! Por favor haz lo que has prometido hacer.

Hay padres que hoy día están entregando sus hijos a Dios, pero se quedan en incertidumbre. Todavía luchan con dudas a que Dios sea capaz de guardar y preparar a sus hijos para el cielo. Sin embargo, Dios quiere que seamos INTELIGENTES acerca de estas cosas. Cuando estés orando por tus hijos, toma tu biblia y levanta este verso (Isaías 49:25) delante de Dios; apunta con tu dedo sobre ello, muéstrale a Dios la palabra que Él mismo ha hablado y que ahora estas clamando para que Él cumpla su promesa, y nunca, nunca te canses de hacerlo.

Padre o madre, si amas a tus hijos y quieres que ellos vayan al cielo, esto es lo que tienes que hacer. Hay muchos en el mundo que se perderán, porque sus padres nunca clamaron esa promesa. No rogaron a Dios que cumpliera lo prometido en sus vidas. Ellos dudaron de el poder de Dios, que podía salvar a sus hijos. Ellos llegaron a una conclusión; que sus hijos estaban en profundo pecado y Dios no los podía ayudar. O se culparon y se condenaron a sí mismos como culpables y que debido a sus propios pecados, Dios no podía salvar a sus hijos. No pienses así. Solo toma este verso, y levántalo delante de Dios y nunca, nunca te rindas. Mientras tu continúes, Dios no se cansará.

Pero ahora aquí hay algo que tengo que decir. Probablemente no veas ningún cambio en sus vidas rápidamente, pero eso no significa que Dios no está trabajando. Continúa levantando la promesa delante de Dios. Su palabra TIENE poder para salvar a tus hijos, sin importar que tan mal las cosas se vean. Dios es el Ser más poderoso en todo el universo. También es el más inteligente. No importa qué tipo de maldición hayan tomado ellos en la vida, nunca pienses que Dios no es capaz o no puede lidiar con la situación y salvarlos de ella.

Incluso, puedes ver cómo se van hundiendo más en los problemas. Pero continúa confiando en Dios y sigue orando. Sin embargo, hay cosas que TENEMOS que entender acerca de cómo Dios trabaja con los seres humanos, y eso puede ser muy sorprendente para ti, pero eso es verdad y yo he visto con mis propios ojos y escuchado los testimonios de esta realidad. Leamos Salmos 119:67:

67] Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; más ahora guardo tu palabra.

David está hablando aquí en este Salmos una maravillosa verdad acerca de la interacción de Dios con nosotros. David dice que se estaba extraviando, pero luego él tuvo que enfrentarse a momentos doloroso y difíciles en la vida, y que, a través de esas aflicciones fue que lo trajeron de regreso al camino de Dios.

Esa es una verdad profunda. Dios va a usar las aflicciones para traernos de regreso a Él. ¿Qué tipo de aflicciones estamos sufriendo en nuestra vida hoy? Generalmente hablando, ¿no son ellas las consecuencias de nuestras propias malas decisiones que tomamos en nuestra vida? Dios puede incluso usar nuestras malas decisiones para traernos de regreso a Él. Romanos 8:28:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Dios es un Dios asombroso. Él puede usar TODO, para alcanzar sus propósito bueno que tiene para nosotros. Y eso incluye aún las cosas MALAS. Las cosas más oscuras y desanimadas en nuestra vida. Él puede hacer que eso malo trabaje al final para bien. Él hace brillar la luz en la oscuridad. ¿Te das cuenta de esto, de cómo realmente Dios trabaja? La luz brilla en la oscuridad. De hecho, eso es lo que se trató en la creación, y eso es todo lo que la re-creación se trata también. Entonces no te estreses cuando veas las cosas muy oscuras. Dios puede ordenar todo, solo confía en Él.

Pero puedes pensar, “¡este verso está hablando acerca de aquellos que aman a Dios y que son llamados de acuerdo a su propósito, mi hijo obviamente no ama a Dios, entonces esto no se puede aplicar a él!” ERROR, todo se aplica para TI, la fe que tu tengas alcanzará a tu amado hijo, y TODAS las cosas ayudarán para bien aún en ellos. Pero tú tienes que creerlo. Y lo que estamos aprendiendo ahora también abarca, a tu familia, amigos, vecinos, y a todos tus amados. Nosotros subestimamos el poder de una oración INTELIGENTE, y además subestimamos el poder de Dios. Cuando Elena White era joven, ella oró por TODOS sus amigos, y ella dice que CADA UNO DE ELLOS se convirtieron. Hay algo que aprender de esto.

Muchas veces nos desanimamos. Cuando estamos orando y vemos que nada está pasando en respuesta a nuestra oración, pensamos que Dios no nos está escuchando. Pero no dudes, Él no se cansa de escucharte (Salmos 34:15). Sino que AHORA, Él está trabajando en manera diferente a nuestros planes. Él está haciendo sus obras, que son muy diferente a nuestro pensar y sentir. Regresemos a Isaías 55 y leamos ahora los versos 8-9:

8] Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9] Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Entonces si los caminos de Dios no son nuestros caminos, no deberíamos sorprendernos cuando lo veamos trabajando de manera diferente a nosotros. El hecho es, que muchas veces creemos que Dios no está trabajando, porque esperamos que Él haga las cosas en una manera en particular, y como nos es así, dudamos de su amor hacía nosotros. Y el peligro más grande es que nos desanimamos, y dejamos de orar. NO, no hagas eso. Continúa orando. Dios está trabajando. Pero nota COMO trabaja Él.

Aparte de la Biblia, en mi propia experiencia personal he aprendido mucho más sobre el carácter de Dios y sus maneras de tratar con hombres y mujeres, de un predicador en los años 1600, algo que nunca he aprendido de nadie más. Su nombre fue John Bunyan. Y él fue uno de esos predicadores quien no temía hablar de su profunda experiencia con Dios. Cuando él era joven, paso muchos años de su vida creyendo que había afligido al Espíritu de Dios y que había cometido el pecado imperdonable. Buscaba en las escrituras un mensaje de esperanza, pero todo parecía encontrar eran promesas para todos los demás, excepto para él mismo. Finalmente, un día decidió creer, que realmente era un hombre convertido, y que Dios realmente estaba esperando a que él creyera porque esas promesas eran para él también, sin importar como se sintiera. Él escribió acerca de su experiencia en el libro que se llama, “Gracia Abundante para el Mayor de los Pecadores”, y lo que descubrió acerca del carácter de Dios es MUY profundo. Me gustaría compartir contigo esto. Puede parecer al principio un poco difícil de aceptar, pero escucha cuidadosamente, y recuerda que los caminos de Dios no son nuestros caminos:

“Pero Oh, ¿cómo mi alma, en este momento, premia la preservación que Dios hizo sobre su pueblo? ¡Ah!¡Cuán seguros los vi caminar, a quienes Dios había cercado! Estaban bajo su cuidado, protección, y providencia especial, aunque estaban tan mal como yo por naturaleza, pero porque los amaba, no permitiría que caigan sin el alcance de la misericordia …” De Gracia Abundante para el Mayor de los Pecadores por John Bunyan

Ahora antes que continuemos leyendo, me gustaría resaltar algo que dijo. John Bunyan descubrió que Dios tiene una “providencia especial” para aquellos quienes Él ha cubierto. Ahora, piensa en tus hijos. Tú los has entregado a Dios – ellos le pertenecen a Dios. Ahora Él (Dios) es responsable por sus vidas. Tus amados hijos están ahora bajo su “providencia especial” y Él NO los dejará caer sin el alcance de su misericordia. Dios no puede impedir que caigan, pero Él les impedirá que caigan más allá del alcance de su misericordia.
Sigamos leyendo:

“Ahora vi, que como Dios tuvo su mano en todas las providencias y dispensaciones que ocurrían a sus elegidos, así también tuvo su mano en todas las tentaciones que tuvieron que pecar contra Él, no para animarlos a la maldad, sino para elegir sus tentaciones y problemas para ellos; y también dejarlos, por un tiempo, a los pecados que no podrían destruirlos, sino humillarlos; pecados que no destruiría sus almas, sino que los encaminaría en la renovación de su misericordia”.

¿No es esto asombroso? Por favor, cree esto y dormirás mucho mejor cada noche. Te lo puedo asegurar. Por su “Providencia Especial” la mano de Dios estará en todas las experiencias de tus hijos. Y aun en sus tentaciones, Dios mismo las elegirá para ellos. ¿Qué significa esto? Esto significa que Dios puede ver todas las opciones que tus hijos tendrán disponibles en sus vidas. Él puede ver el resultado final de cada elección. Él puede ver cuál de ellos será para tu hijo un resultado de eterna destrucción. Quizás algunos de ellos los llevará en lo más profundo del pecado que no habrá una forma de regresar, o quizás será alguno que traerá sobre él mismo mucha condenación que lo llevará a pensar que Dios nunca lo aceptará, entonces esos pecados lo llevaran a rechazar a Dios completamente. LAS PUERTAS A ESTAS TENTACIONES que terminarán así, con tu hijo afligiendo el Espíritu, y cometiendo el pecado imperdonable, Dios cerrará esas puertas. Él NO PERMITIRÁ que tus hijos caigan en estas tentaciones.

PERO, Él dejará las puertas abiertas a otras tentaciones que al final, los llevará a sus rodillas. Sí, es verdad pueden ser experiencias muy terribles y temerosas. Puede parecer que por un tiempo los deje a que cosechen las consecuencias de sus acciones, PERO, Él nunca los abandonará. Tú los has entregado a Él, y continúas orando por ellos; y delante de Dios sigues clamando a que cumpla su promesa que Él salvará a tus hijos, y Él lo hará. puede que Dios, como dice aquí: “Los dejaba durante un tiempo, para dar paso a estas tentaciones; no demasiado, para que no fueran destruidos, sino para que pudieran ser humillados. No era para ponerlos más allá de su misericordia, sino para ponerlos en el lugar en que la recibieran” John Bunyan. Dios trabajará en sus vidas, al permitirles cometer el mismo error que en última instancia les hará caer ante Él en arrepentimiento.

Terminemos esta impresionante revelación de amor y sabiduría de Dios:

“¡Qué amor, qué cuidado, qué bondad y misericordia veía que Dios mezclaba con las formas más severas y estrictas con que trataba a su pueblo! Dejó caer a David, a Ezequías, a Salomón, a Pedro y a otros, pero no los dejó caer en el pecado imperdonable o en el infierno”. John Bunyan

¡Oh! Y pensar que estos son los hombres que Dios amo; estos son los hombres que Dios, aunque los castigo, los guardo seguro por medio de Él, y Él es quien hace que nosotros podamos permanecer bajo las sombras del Todopoderoso…

“Él los dejará caer, pero no en el pecado imperdonable, ni en el infierno”. Padres, si tú ya has entregado tu hijo(os) a Dios, NUNCA te desanimes, NO IMPORTA lo que veas que está pasando en sus vidas. DIOS ESTÁ TRABAJANDO. Él lo puede hacer. Su palabra no puede regresar vacía y sin hacer lo que Él ha mandado. Continúa orando, continúa levantando la promesa delante de Él, y tú los vas a ver, tal vez no ahora, tal vez no en este mundo, pero si en el mundo que viene. Solo Dios conoce los misterios del corazón humano, y puede que tu no tengas ninguna evidencia de lo que está pasando en el corazón de tus hijos, pero algo está pasando que solo Dios puede ver, y ellos estarán allá para entrar contigo en la ciudad gloriosa.

Tu puedes confiar en Dios. Tu puedes confiar en su palabra. Que dice, ¡“SALVARE A TUS HIJOS!” Él lo hará si tú lo crees.

Y esto no solo se aplica a nuestros hijos, pero Dios trabajará en nuestra vida de la misma manera que hemos visto. Claro, no debemos ser presuntuosos y sumergirnos en el pecado para que la gracia abunde. ¡De ninguna manera! ¿Pero acaso tenemos alguna excusa para desanimarnos? NUNCA, no importa cuál sea nuestra experiencia. Nuestro Dios puede sacarnos de cualquier lío en el que estemos metidos – si dejamos de intentar por nosotros mismos resolver el problema y dejamos que sea Dios quien lo haga.

¿¡Puedes decir conmigo “AMEN!”?